El aguijón capítulo 1
Tribuna libre por Guillermo Barrera
Y se planta cara al sol. No soy muy asiduo a dar mi opinión en foros públicos, ya que ésta suele generar animadversión, pero hay casos, y casos. Hay hechos en los que uno se mira para sus adentros y se da cuenta que no merece la pena salir a la palestra y vociferar aquello que piensas, por no alentar a las masas de lobos esteparios que deambulan por internet como zombies sedientos de cerebros frescos. Hay casos, y casos, y la libertad de expresión y el humor se defienden hasta las últimas consecuencias.
Gracias a el humor, la sociedad es capaz de superar hasta el mas difícil de los traumas. Los chistes nos alejan del drama diario al que estamos sometidos desde que encendemos la televisión. Los dramas se lloran, evidentemente, pero el paso al humor es síntoma de superación, de avance, de todo lo bueno que el tiempo nos aporta.
Cassandra Vera ha sido condenada por la Audiencia Nacional (tribunal creado para juzgar los dellitos de terrorismo) a un año y medio de cárcel, y siete de inhabilitación. Estudiaba gracias a una beca, a la que ya no tiene acceso.
Quería ser profesora, sueño que tiene que tirar a la basura. Su delito, contar chistes en una red social sobre el asesinato de un asesino. Sus chistes llegaron a estar arriba, muy arriba, casi rozando el tejado de Twitter, y eso no se podía consentir. Escuchaba hoy por los corrillos de la Facultad, que parece que hemos retrocedido 40 años, o al menos que la justicia se ha quedado anclada en 1973 (año en el que Carrero Blanco ascendía al hall of fame del facherio patrio), y no estoy de acuerdo, en España hay excelentes jueces, abogados y fiscales, la pena, que los que realmente tiene poder, miran cara al sol.
De niño, soñaba con conducir un coche volador.
Hasta el infinito y mas allá.
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