La concejala no adscrita pedirá en el próximo pleno un control más exhaustivo del dinero publico que perciben los grupos municipales.
REDACCIÓN/POLÍTICA
Cristina Alonso llevará a pleno este próximo viernes una moción que muy seguramente traerá cola tras las últimas noticias aparecidas que ponían en solfa supuestas irregularidades del PP en cuanto al destino que daba a la asignación municipal.
Concretamente Alonso, pide que además de la declaración responsable jurada por parte del portavoz de cada grupo político, de que las asignaciones se destinan acorde a la ley, al funcionamiento del grupo, se hagan públicas mediante fiscalización de intervención municipal, teniendo en cuenta que la procedencia de esas asignaciones son públicas, no debe estar fuera del control y fiscalización de Intervención municipal ni de la Cámara de Cuentas.
Actualmente es el propio pleno quien debe acordar, por mayoría de sus miembros, cuándo el grupo, de manera singular y puntual -pues no está previsto que se haga periódicamente, la norma dice siempre que el pleno lo pida- por lo que la fiscalización queda fuera del interventor a no ser que el pleno así lo pida.
Para más inrri, como la contabilidad la lleva el propio grupo y solo la muestra al pleno cuando éste la pide, la contabilidad municipal solo registra las salidas de fondos a los grupos pero no tiene los justificantes del destino dado por el grupo a los fondos. Lo debe tener registrado y archivado el grupo pero solo a disposición del pleno. Por tanto, esta contabilidad peculiarísima de los grupos no se integra en la cuenta general que cada año debe aprobar la corporación rendida por su presidente.
De tal forma el Tribunal de Cuentas, que conoce la cuenta general, no fiscaliza regularmente las asignaciones a los grupos municipales.
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