Tribuna libre: Por mis hijos y por los tuyos
Dos Hermanas es una gran ciudad repleta de buena gente, con tradiciones que marcan nuestra identidad, ávida del suficiente impulso para entrar en el Siglo XXI. Soy de aquí, estoy enamorado de mi tierra, por ello todo lo que condiciona su porvenir me afecta directamente.
Entre ayer y hoy he sentido vergüenza, una absoluta y desmedida pena, al pensar en las múltiples personas que sufren y padecen más que yo las mentiras vertidas otra vez sobre mi persona. Lo lamento por todos ellos, porque me siento culpable del desasosiego continuo que les afecta.
Yo no soy un ladrón, no lo he sido nunca. Yo no soy un drogadicto, no lo he sido nunca. Soy un hombre de 38 años, con dos hijos preciosos, una mujer de bandera, unos padres ejemplares, una familia unida, con amigos de verdad, con muchísima gente cuyo cariño y respeto percibo a diario.
La imagen que nos vuelven a ofrecer los portavoces de PSOE y PP a nivel local es dantesca, desoladora y decepcionante. ¿Dónde están los afiliados de base de estas formaciones? ¿Dónde los órganos de control de estos partidos? ¿Cuándo piensan actuar sus propios compañeros en la Corporación municipal?
Hay líneas rojas que no se deberían superar nunca. El ataque era y es absolutamente personal desde que se abriera la veda hace más de un año. Llevo todo este tiempo pleiteando, la primera sentencia fue favorable y ordenaba la rectificación de las falsedades publicadas en El Mundo. Seguiré acudiendo a la Justicia para preservar el Derecho al Honor que intentan pisotear a diario una pequeña panda de golfos.
Cada día tengo más claro que lo ocurrido es fruto del miedo que tienen estos personajes a la pérdida del sillón y sus privilegios, está condicionado por el pavor a encontrarse en la calle sin saber hacer la O con un canuto. Pues bien, ello me reafirma en la necesidad imperiosa que tenemos de pedirles que cierren la puerta por fuera cuanto antes. El futuro de Dos Hermanas depende de ello, el de tus hijos y el de los míos.