El pasado 11 de mayo, sobre las 22.00 horas, tras recibir una llamada de alerta al 091 en la Comisaria de la ciudad, la Policía Nacional acudió al barrio de La Moneda para evitar un intento de suicidio. Al mismo tiempo se alertó a los servicios médicos y a los bomberos, los cuales también intervinieron.
Victor Fernández / Actualidad
Todo comenzó en la tarde del 11 de mayo, cuando varias unidades policiales se acercaron tras recibir la alerta de que un vecino del propio barrio se hallaba discutiendo con otra persona dentro de su domicilio. Según fuentes oficiales, entre el barullo de la discusión se pudo apreciar que el hombre amenazó con matar a la otra persona con un cuchillo.
Sobre las 22.00 horas se recibió otra llamada al 091. El motivo de esta era el intento de suicidio antes mencionado. Cuando las dotaciones policiales acudieron al lugar del intento de suicidio, adivinaron que el hombre que quería quitarse la vida era el mismo que quería asesinar a otra con un arma blanca. La llamada la realizó la propia mujer del individuo.
Los Bomberos y La Policía llegaron al domicilio y al escuchar gritos de auxilio derribaron la puerta ya que nadie les abrió. Una vez en el lugar los agentes que actuaron se entrevistaron con la mujer y una amiga de la familia, que les mostraron varios mensajes recibidos en su teléfono móvil en los que el marido anunciaba su voluntad de quitarse la vida injiriendo lejía. Esa noche, el individuo planeaba suicidarse lanzándose desde un cuarto piso.
Nada más entrar observaron como el varón, que estaba en el salón, se dirigió a toda velocidad al balcón de dicha habitación, “encaramándose a su barandilla con la clara e inequívoca intención de saltar”, explica la Policía. Los agentes lograron sujetarlo por los brazos, suspendido en el aire, con la sola barrera de la barandilla, y con gran esfuerzo bajarlo hasta el balcón, y una vez asegurado, fue asistido por una dotación sanitaria, informan.
Según hemos podido conocer los hechos que causaron una gran alarma en esta popular barriada, fueron observados por varios vecinos que se encontraban en la vía pública y que siguieron con incertidumbre todo lo ocurrido en el citado balcón.
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