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Los Colegios de Dos Hermanas avisan que no pueden “garantizar” la vuelta de manera segura

«Las direcciones de los centros no podemos responsabilizarnos del diseño, ni de las medidas sanitarias necesarias para afrontar una pandemia como la que sufrimos»

Las directoras y directores de los centros educativos de Infantil y Primaria de Dos Hermanas han presentado un escrito dirigido a las autoridades educativas, a los responsables políticos autonómicos y municipales y, especialmente, a las familias de nuestro alumnado para comunicarles las dificultades con las que se encuentran para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las medidas establecidas para organizar el curso 2020-2021, en las circunstancias de la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus Covid-19, y con las instrucciones dictadas por la Viceconsejería el reciente 6 de julio para llevar a cabo dicha planificación. El escrito dice lo siguiente:

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«1. Las instrucciones de 6 de julio de 2020 de la Viceconsejería de Educación y Deporte establecen que los centros docentes a través de la Comisión Permanente del Consejo Escolar, que actuará como Comisión específica COVID-19, elaborará un Plan de actuación COVID-19, recayendo la responsabilidad de la elaboración del mencionado plan sobre las direcciones de los centros.

En este sentido, las direcciones de los centros no podemos responsabilizarnos del diseño, ni de las medidas sanitarias necesarias para afrontar una pandemia como la que sufrimos.

Se atribuye a las direcciones una tremenda responsabilidad sobre la salud de la comunidad educativa, sin facilitarnos recursos ni dotación de profesionales técnicos en Salud Laboral y Prevención de Riesgos Laborales (recordemos además que, en el caso de no haber coordinador de SLPRL entre el claustro del profesorado, esta tarea vuelve a recaer en un miembro del Equipo Directivo). No contamos con dotación de profesionales sanitarios, aunque sí se nos exige a los directores la aprobación del Protocolo específico Covid, pese a que carecemos de especialización profesional para elaborar protocolos sanitarios.

Por tanto, exigimos, como condición imprescindible para asegurar un entorno escolar seguro, que la realización de dicho protocolo recaiga sobre personal o empresas expertas en protocolos sanitarios o, en su defecto, que el protocolo elaborado en cada centro reciba un visado de idoneidad por parte de la Inspección Educativa o de la unidad Prevención de Riesgos Laborales, y de la Secretaría General Técnica. Este visado deberá ser previo a su aprobación por las direcciones escolares y a su traslado a las familias e información al alumnado, tal y como marca la instrucción decimoquinta. No podemos poner en marcha los centros sin la seguridad sanitaria necesaria.

2. La limpieza y desinfección de los centros es un pilar ineludible a la hora de proporcionar un entorno que minimice los riesgos de contagio. Para ello, las corporaciones locales deben certificar la limpieza y desinfección previa a la apertura de los centros y los protocolos de limpieza y desinfección diarios durante la presencia del alumnado por la mañana y, posteriormente, por la tarde, con el centro ya vacío, tal y como se recoge en el documento de MEDIDAS DE PREVENCIÓN, PROTECCIÓN, VIGILANCIA Y PROMOCIÓN DE SALUD. COVID-19. Debiendo especificar, asimismo, el personal con el que cuenta cada centro para esas actuaciones y los materiales a usar.

Para garantizar el cumplimiento de las recomendaciones de la Consejería de salud y familias, los centros educativos debemos conocer con exactitud este plan reforzado antes de abrir sus puertas el 1 de septiembre. Se trata de un requisito fundamental, so pena que ante su incumplimiento estemos abriendo las puertas de los centros al contagio y a la propagación del virus.

3.  La mayoría de nuestros centros, al no haberse reducido la ratio, ni contratado al profesorado necesario para realizar agrupaciones más pequeñas y/o no disponer de espacios en el centro, no podremos asegurar la distancia de seguridad que establecen las autoridades sanitarias.

En estas condiciones de aprovechamiento máximo de recursos, las medidas que se plantean en los documentos resultan en su mayoría imposibles de cumplir, en especial:

  • El distanciamiento de 1.5 m. en las aulas. En primaria el espacio es de 40 / 45m2 para 25, 26 y en muchas ocasiones 27 alumnos/as.
    • Las medidas de higiene y lavado de manos: en las orientaciones sanitarias se indica que el alumno se lave las manos unas 10 veces al día durante 50 segundos, si además tenemos en cuenta la baja ocupación que debemos permitir, el cálculo aritmético más elemental nos demostrará la absoluta imposibilidad de esta medida.

4. A las direcciones de los centros se nos asigna una gran responsabilidad en el objetivo de que el entorno escolar sea seguro cuando se produzca la vuelta a la enseñanza presencial en el curso 2020/21. Sin embargo, los recursos materiales y humanos que, supuestamente, según se nos ha dicho, se nos van a proporcionar (a fecha de hoy no hay comunicación oficial alguna de en qué consisten estos recursos, desconociendo, por tanto incluso el número de docentes de los que dispondrá cada centro) son claramente insuficientes para poder cumplir estos objetivos. Con prácticamente los mismos medios e infraestructuras, ya escasos en condiciones normales, se pretende que garanticemos el cumplimiento de fuertes medidas de prevención sanitaria en unas circunstancias en que su incumplimiento pone en peligro la salud de la comunidad educativa de la que somos responsables.

5. Las dificultades antes mencionadas se agudizan en el desarrollo de los servicios del centro, especialmente durante el funcionamiento del aula matinal y del comedor escolar.

En la mayoría de los centros, si queremos agrupar al alumnado del aula matinal en diferentes grupos de interacción, implicará, además del aumento de monitores/as, el uso de diferentes aulas y dependencias que deben ser limpiadas y desinfectadas en tiempo rápido para que puedan ser usadas a los pocos minutos como aulas ordinarias.

En el caso del comedor, igualmente requerirá del aumento de turnos de comida, de personal de atención y cuidado del alumnado, de uso de diferentes espacios de espera que deberán estar desinfectados y del aumento del personal de limpieza del comedor entre los turnos de comida.

En el caso de las actividades extraescolares nos encontramos con el añadido de la ausencia en el centro  de los directores y directoras y la responsabilidad recae sobre monitores y monitoras contratadas por terceras empresas.

6. Entendemos que esta vez, después de seis meses del inicio de la pandemia, ha de estar prevista la dotación inmediata de equipamiento informático no sólo al profesorado, sino para las muchas de las familias del alumnado que adolecen de equipos informáticos, conexiones a internet y habilidades específicas para el teleaprendizaje.

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7. Para finalizar, queremos dejar claro lo siguiente:

  • Es nuestra obligación informar a las autoridades educativas, a los responsables municipales y a las familias de nuestro alumnado, de la imposibilidad de dar cumplimiento a las medidas establecidas en las instrucciones de la Viceconsejería.
  • No podemos garantizar la vuelta a las aulas de forma presencial en un entorno escolar seguro en las actuales condiciones de espacios e infraestructuras y con el personal del que disponemos.
  • Si no se atienden las cuestiones imprescindibles planteadas ni siquiera se podrán abrir los centros para la atención al público el día 1 de septiembre.
  • Finalmente, si no se atienden estas medidas que entendemos de seguridad mínima sanitaria con el fin de no convertir a los centros educativos en epicentros de brotes epidemiológicos, con el consiguiente riesgo para la salud y la vida de cientos de personas, las directoras y directores entendemos que ante cualquier situación de contagio sobrevenida, los responsables del mismo no serían los directores y directoras de los centros, ya que no contamos con los recursos necesarios para afrontar esta situación, sino que dicha responsabilidad ha de recaer sobre la Consejería de Educación y la Junta de Andalucía, la cual debería disponer de los medios necesarios para facilitar la aplicación de los protocolos que han de ponerse en marcha al inicio de curso».

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