Opinión

¿Cuál es el destino de la Hacienda Ibarburu?

Entiendo que haya mucha gente que, aunque le duela lo que está ocurriendo actualmente con nuestra importante y bella Hacienda de Ibarburu, no tenga el tiempo necesario para ocuparse en denunciar la situación.

Carta de Pintamonos

Quizás haya todavía algún despistado o alguna despistada que siga creyendo que el actual edificio fantoche de Villa Pepita era el original rehabilitado. A ellos y a ellas tengo que decirles que desgraciadamente están en un gran error porque la antigua y señorial Villa Pepita, con sus bellos jardines que tanto placer dio a la gente que pudo disfrutarlos, desapareció hace muchos años bajo la tremenda picota que la dejó en absolutamente nada.

En aquella época yo estaba sumido en la vorágine del trabajo y las ocupaciones familiares, que tanto nos absorben. Por ello entiendo que haya mucha gente que, aunque le duela lo que está ocurriendo actualmente con nuestra importante y bella Hacienda de Ibarburu, no tenga el tiempo necesario para ocuparse en denunciar la situación. Nos crean y nos creamos excesivas dependencias precisamente con la clara intención de tenernos sumidos gran parte de nuestro tiempo y de nuestra vida en estas rutinas absorbentes y algunas hasta alienantes.

Actualmente mi situación es otra. Afortunadamente disfruto de una grata jubilación que me aporta tiempo para hacer lo que deseo; y entre esos deseos está luchar, dentro de mis posibilidades y limitaciones, en la defensa del Patrimonio Cultural de nuestro pueblo, patrimonio que desgraciadamente lleva años amenazado con la destrucción y gran parte de él tristemente destruido ya por la inacción, la incompetencia y la falta de interés de la actual corporación municipal, que para mi gusto lleva ya demasiados años en el poder, un factor que hace que muchos de sus miembros consideren que son los dueños del pueblo en lugar de sus servidores públicos. En esta dinámica entra el hacer lo que les da la real gana sin tener en cuenta las quejas de gran parte de la ciudadanía, sobre todo de esa parte de la ciudadanía que se siente nazarena y que está viendo como el patrimonio cultural de nuestro pueblo está desapareciendo o está siendo sustituido por réplicas de mal gusto o simplemente por nuevos edificios, que en algunos casos son verdaderos despropósitos; y no destinan o destinan una ínfima cantidad de ese presupuesto que suele acabar en superávit, a la conservación de nuestro patrimonio y nuestra historia.

Actualmente la Hacienda de Ibarburu, Bien declarado de Interés Cultural e incorporada a la Lista Roja de Monumentos está en situación de absoluto abandono por parte de sus dueños, del ayuntamiento de Dos Hermanas y de la Junta de Andalucía.
Por ley los dueños de los edificios y monumentos declarados BIC ( Bien de Interés Cultural) están obligados a su conservación, y si estos no asumen su deber, como es el caso de la Hacienda de Ibarburu, el edificio puede ser expropiado sin tener que pagar nada a sus propietarios y asumiendo el organismo público expropiador las labores necesarias de cuidados y rehabilitación de estos. Sobre esto hay antecedentes concretamente en Jerez de la Frontera, donde su corporación local ha expropiado y se ha hecho cargo de edificios declarados BIC, que sus dueños habían dejado en el abandono.
Así que lo único que faltan son ganas e intención política de no dejar que este bien patrimonial desaparezca, como tristemente desapareció Villa Pepita y muchos bienes arquitectónicos más de nuestro pueblo.

Entre las actividades que se están realizando para denunciar esta situación y reclamar la rehabilitación de la Hacienda de Ibarburu, se está organizando para el domingo, 19 de febrero, a las 11:00 horas en los alrededores de la Hacienda, un ENCUENTRO ARTÍSTICO MULTIDISCIPLINAR, al que invitamos a los y las artistas de cualquier disciplina que quieran sumarse a la convocatoria, y al público en general que quiera asistir al evento.

Comments

comments

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba