La oficina del Defensor del Pueblo ha abierto una queja de oficio ante «el grave deterioro» que presenta la torre en el municipio Nazareno para conocer las causas de los daños que sufre, así como las medidas protectoras para el inmueble.
Redacción/Cultura
La oficina dirigida por Jesús Maeztu ha abierto una queja de oficio ante el «grave deterioro» que sufre la torre considerara como de Bien de Interés Cultural (BIC). El defensor pretende conocer los daños que presenta así como las medidas protectoras que se vayan a tomar.
Además el texto consultado afirma que va dirigida al Ayuntamiento de Dos Hermanas y a la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Sevilla, el Defensor pregunta por la ejecución y el control de dichas medidas protectoras, y quiere tener conocimiento de los proyectos que se prevean realizar para la conservación del entorno y las denuncias o iniciativas que se hayan recibido sobre daños y sus respuestas.
La institución recuerda, que viene desarrollando una «amplia y dilatada» labor de atención al sistema normativo de promoción y protección del patrimonio histórico artístico, explica que a través de diversos medios de comunicación ha sabido de la «preocupante situación» de esta antigua torre militar, que constituye un emblema para la ciudad de Dos Hermanas.
Por otro lado, asegura que el «mal estado» de la atalaya «ha sido denunciado en varias ocasiones y habría sido objeto de diferentes intervenciones de conservación» y que, según dichos medios, se hace referencia a proyectos de mayor calado incluyendo programas de puesta en valor y de visitas tras su rehabilitación, que «parecen no haber concluido en medidas concretas».
La Oficina del Defensor señala que «ha considerado oportuno profundizar en las causas de esta peculiar situación que, en todo caso, necesitaría una información más detallada y explicativa», par lo cual ha incoado la presente queja de oficio.
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