REDACCIÓN
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha puesto de manifiesto la necesidad de la localidad de Dos Hermanas de disponer de un conservatorio profesional, defendiendo de esta manera las enseñanzas artísticas públicas. El nuevo grado profesional de música concertado en Utrera ha hecho que las demandas se intensifiquen, ya que la creación de este centro profesional de música es una cuestión que preocupa desde junio de 2023, cuando el Pleno de la Junta de Personal Docente No Universitario de Sevilla envió una resolución en la que se solicitaba a la Delegación y a la Consejería de Educación la puesta en marcha de esta iniciativa.
Sin embargo, ni el Conservatorio Elemental Maestro Andrés Segovia ni la CGT han recibido respuesta alguna de las administraciones competentes. Además, cabe destacar que, hasta el momento, no se ha llevado a cabo ninguna acción de carácter judicial. Actualmente, el conservatorio del pueblo nazareno ha solicitado a la Delegación Territorial de Educación de Sevilla y a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía la la implantación de un aula de extensión profesional que permitiría poder impartir las clases del primer ciclo de Grado Profesional (1º y 2º) en su centro para evitar así que su alumnado tenga que trasladarse a alguno de los conservatorios profesionales de Sevilla.
Para el sindicato, los argumentos para la ampliación del actual conservatorio eran «apabullantes», pues «se trata de una localidad con un censo de más de ciento treinta mil habitantes», tal y como explican en un comunicado oficial. El número de solicitudes recibidas anualmente, según la CGT, sobrepasa el doble de plazas ofertadas; gran cantidad de aspirantes no pueden acceder a estas enseñanzas, siendo imposible para quienes tienen nueve o más años. Solo hay dos conservatorios profesionales públicos en la provincia de Sevilla. La Confederación General del Trabajo insiste en que mayoría del alumnado que concluye sus estudios elementales desiste de la idea de continuar sus estudios profesionales por la imposibilidad de desplazamiento a los centros que actualmente existen (por distancia, por tiempo o por la escasa oferta educativa disponible).
Para la CGT, las administraciones «miran para otro lado» con las enseñanzas que no son obligatorias o, en caso de crearlas, «si pueden tener un beneficio, que lo tengan, pero se trata de un derecho, no de un negocio».