El ‘descuartizador del Amparo’ admite el crimen de su tío
El acusado ha admitido que los hechos son «ciertos» y se ha mostrado «arrepentido» por ello.
Redacción / Última hora
El acusado de matar y descuartizar en febrero de 2016 a su tío en la barriada del Amparo de nuestra ciudad, identificado como F.R.J. y para quien la Fiscalía 25 años y cinco meses de cárcel por delitos de asesinato y profanación de cadáveres, ha reconocido este viernes los hechos, durante el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, y se ha mostrado «arrepentido» por ello.
Así pues, a la única pregunta realizada por el Ministerio Público, el acusado ha admitido que los hechos por los que está acusado son «ciertos», mientras que, a las preguntas de su abogada, el imputado ha dicho que «nunca pensó que fueran a ocurrir» los hechos y ha puesto de manifiesto que «no quería matarlo», mostrando nuevamente su arrepentimiento por los hechos.
De igual forma, el acusado, que ha señalado que era consumidor de drogas desde que tenía 16 o 17 años, ha indicado que no tenía intención de profanar la «memoria» de su tío, sino que «no sabía qué hacer» con el cadáver.
Por su parte, la fiscal, en las alegaciones previas, ha retirado la agravante de parentesco aplicada inicialmente al acusado puesto que la misma únicamente alcanza hasta el grado de hermanos, y ha relatado que se trata de unos hechos «desagradables» porque «van más allá de una simple muerte». «No sólo ha matado a su tío, sino que se le ha privado de la dignidad una vez fallecido», ha resaltado.
En este sentido, la representante del Ministerio Público ha remarcado que «no fue un simple homicidio», ya que la acción «tuvo un plus», pues el acusado «mató sorprendiendo al tío y empleando armas», de forma que «primero lo dejó inconsciente y luego lo remató y le dio 12 golpes», argumentando además que «el acusado sabía lo que hacía, no estaba enfermo», y tras matar a su tío «fue más allá» y «no se contentó con intentar ocultar» el cuerpo, sino que lo descuartizó”. «No era necesario descuartizarlo para ocultarlo», ha dicho, añadiendo que en este caso «hay un plus que nos repugna a la sociedad por la falta de respeto al muerto».
Por último, la abogada del acusado ha explicado que su cliente actuó bajo los efectos de las drogas, señalando que «no quería atentar contra la memoria» de su tío, sino que, al descuartizarlo, «su única intención fue deshacerse del cadáver», solicitando pues la libre absolución.