Tarde nublada en Sevilla como presagio de la situación en la cual estaba inmerso el equipo de García Pimienta en la presente temporada. Solo valía ganar y el clima en Nervión era de todo menos favorable para los futbolistas locales. Con el arbitraje del colegiado canario José Luis Pulido y más de 35.000 personas en el feudo sevillista, la final estaba servida ante un rival directo, el Real Valladolid.
Sevilla FC: Nyland; Carmona, Badé, Marcao, Barco; Gudelj, Saúl, Peque; Jesús Navas, Lukebakio e Iheanacho.
Real Valladolid: Hein Luis Pérez, Cömert, David Torres, Lucas Rosa; Juric, Kike Pérez, Mario Martín; Amath, Darwin Machís y Marcos André.
Como viene siendo habitual desde hace tiempo el choque comenzaba con pitos y cánticos contra la directiva del Sevilla FC, para posteriormente animar a los suyos e interpretar a capella el siempre icónico himno del centenario. A pesar del dubitativo comienzo local, incluso con llegada y remate alto pucelano, el equipo hispalense intentaba llevar el control del juego pero no encontraban una salida limpia. La primera oportunidad sevillista estaría en un zapatazo de Nemanja Gudelj tras un contragolpe de Lukebakio pero su remate se marchaba arriba.
El partido entraba en fase clave y Nervión seguía apretando a los suyos, recordando también como en cada partido en el minuto 16 la figura del eterno Antonio Puerta. Las dudas defensivas del equipo local generaba nerviosismo y nadie era capaz de coger el timón del barco. En el minuto 21 la primera amarilla del encuentro se la apuntaba Nemanja Gudelj por unas airadas protestas al colegiado tras pedir un penalti en área vallisoletana. Cumplida la media hora de juego no pasaba absolutamente nada cerca de las porterías y el ambiente frío del clima se apoderaba de ambas escuadras. Marco André también era amonestado en el 33 de juego por una protesta similar a la de su homólogo sevillista. Pocos minutos después sería Lucas Rosa el tarjeteado
Iheanacho tendría, hasta en dos ocasiones claras, el gol en su mano pero primero el delantero nigeriano no acertaría a rematar de cabeza un balón medido de Barco y posteriormente perdonaba un mano a mano ante Karl Hein disparando alto lejos de la meta castellano leonesa. La afición se desesperaba con el futbolista al que le estaba faltando suerte desde que viste la elástica nervionense. Pasado el minuto 43 la afición volvía a girarse contra el palco.
Sin embargo, justo antes del descanso, una nueva oportunidad local iba a acabar en las mallas del Real Valladolid: acción rebotada con sendos disparos de Iheanacho y Saul que tras una asistencia de Lukebakio transformaba en gol el catalán Peque. Celebración con rabia del futbolista y grito de alivio en la grada. El Sevilla FC, sin merecerlo en exceso, se iba ganando al tiempo de descanso tras cuatro minutos de añadido y una revisión VAR tras el 1-0.
La segunda mitad se iniciaba con cambio en el Real Valladolid: Amath dejaba su lugar a Iván Sánchez. Necesitaba cambiar algo el equipo visitante ya que no había generado ni un acercamiento peligroso a la meta de Nyland en toda la primera mitad. El Sevilla FC salía con iniciativa en la segunda mitad e incluso tenía acercamientos además del balón pero la progresión se vería frenada por la lesión de Saúl que en un giro sin nadie a su alrededor se lesionaba en la parte posterior de su pierna derecha y tenía que ser retirado en camilla y sustituido por Lucien Agoumé. Más problemas para García Pimienta en forma de lesión.
Los problemas iban a continuar y aún iban a ser más graves: una pelota dentro del área pequeña colocada por Mario Martín lo remachaba a gol Kike Pérez convirtiéndolo así en el tanto del empate pucelano. Nervión volvía a sentir cerca la tragedia y el Real Valladolid se venía arriba, teniendo incluso en una falta cercana la posibilidad del 1-2 en las botas de Marco André. Además hacía cambios Pezzolano quitando al goleador Kike Pérez y a Darwin Machis por Raúl Moro y Jaime Latasa. Se sentían cada vez más cerca de conseguir sumar puntos en Nervión. También movía su banquillo García Pimienta sacando a jugar a Suso, que volvía tras lesión, y Ejuke por Iheanacho y Jesús Navas. Necesitaba algo diferente el catalán porque se le iba acabando el tiempo. Lukebakio, el cual había probado fortuna desde lejos poco antes, era amonestado en el minuto 66 por un codazo sobre Luis Pérez. Ejuke también culminaba un contragolpe del belga pero su disparo lo sacaba a córner Karl Hein. Dodi Lukebakio estaba siendo sin duda el futbolista diferencial de los sevillistas. Marco André al banquillo para dar lugar a Messeguer era el siguiente movimiento visitante cuando quedaban menos de quince minutos. Marcao veía una nueva amarilla por frenar un ataque muy claro de Latasa. En el minuto 82 la amarilla era para Juric por una dura entrada sobre Suso.
En el minuto 83 Peque fallaba inexplicablemente una nueva llega meridianamente clara y se desesperaban tanto la grada como el entrenador pero la suerte esta vez sí que iba a estar del lado sevillista ya que una conducción de Ejuke se convertía en el 2-1 y hacía implosionar Nervión en un estado de júbilo que hacía tiempo no se recordaba. Las volteretas de felicidad del nigeriano eran el reflejo del sufrimiento sevillista durante toda la temporada. Quedaba un descuento infartante aún en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Peque y Barco eran sustituidos por Kike Salas y Gonzalo Montiel, no sin antes ser amonestado el ex del Racing por pérdida de tiempo. Siete minutos de añadido quedaban en Sevilla.
Victoria sufrida y a la vez balsámica del Sevilla FC antes de visitar el próximo domingo San Mamés para enfrentarse al Athletic Club buscando la primera victoria como visitante de la temporada.
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