JARDINES DE LA HACIENDA DE QUINTOS
Aquí os dejamos un nuevo artículo de la sección El Escarabajo Verde, por Miguel Ángel Maya, que hoy finaliza su recorrido botánico por los lugares de Dos Hermanas en los que se tiene constancia de la presencia romana.
Se considera una de las haciendas más antiguas del término municipal, ya que en ella han aparecido restos romanos, además de evidencias de que la zona fue habitada por visigodos y árabes.
La primera cita sobre este lugar data del s.II d.C, concretamente en el Itinerario de Antonino. Más tarde se cita en el reparto de Sevilla como una alquería árabe. A finales del siglo XIII se hace donación de la finca, por parte de Alfonso X, a la Orden de San Clemente, donde se crea un convento para monjas. El lugar ha tenido distintos dueños hasta que en los 90 del pasado siglo pasó a propiedad municipal, siendo todo el conjunto restaurado y recuperado para el uso de los vecinos. Una gran parte de esa restauración fue el equipamiento de zonas verdes.
Posteriormente, ya en la década pasada, se produjo una nueva remodelación del lugar ya que pasó a ser gestionado por la Junta de Andalucía, creando allí el Complejo Agroalimentario Hacienda de Quinto, en el cual se incluye el Museo del Olivo, junto a una plantación de más de 137 variedades distintas de dicho árbol, procedentes del Cortijo del Cuarto, que fueron trasplantados en el año 2003.
En la primera remodelación de los años 90 se construyeron unos jardines con una extensión cercana a los 4.000 m2, respetando distintas especies de coníferas, sobre todo pinos y cipreses, que ya se encontraban en la zona antes de ser hecha pública. Como elemento vegetal más significativo por su rareza hemos de destacar algún ejemplar de Palmera Trachycarpus.
En la segunda remodelación se construyeron unos jardines con unos paseos como elemento central, con parterres a los lados en los que se plantaron árboles autóctonos, como algarrobos, y una gran variedad de plantas aromáticas. También se instalaron algunas pérgolas de madera con plantas trepadoras como bignonias y glicinias. Los caminos fueron bordeados por setos de olivilla (teucrium), berberis y cotoneaster recortados con formas rectas y evónimo, con formas ovaladas. En el patio central de la hacienda se han colocado unas jardineras con cycas, planta que aunque recuerda por su forma a una palmera no pertenece a ese grupo de plantas.