Javi sufrió una agresión, pues en el autobús de transporte iba sin supervisión profesional. Ya han conseguido un avance, pero necesitan más.
Redacción/Actualidad
Los padres de Javi, un joven discapacitado, junto a madres de los cinco usuarios de Dos Hermanas del centro de día de San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra remitieron un escrito a la entidad solicitando que el vehículo que cubre la ruta Dos Hermanas-Alcalá de Guadaíra-San Juan de Dios contase con un monitor para atender a los chicos «ante situaciones tales como crisis epilépticas, que intenten quitarse el cinturón, que se agredan o que agredan al conductor, lo cual puede poner en peligro tanto la seguridad de los usuarios como del conductor”.
La gota que ha colmado el vaso para esta familia, es la agresión que sufrió Javi, el pasado mes de enero tras uno de los traslados y que lo venían haciendo con la única supervisión del conductor. Más de 12 meses después y una agresión de por medio, el centro ha puesto un auxiliar a la vuelta y a la ir, días sueltos. Pues al parecer, el centro no dispone recursos para más.
Aunque ya se ha avanzado en la solución del problema, los padres de Javi y del resto, siguen pidiendo que durante los trayectos de ida, el autobús cuente con supervisión puesel propio Javi con una discapacidad del 84 por ciento, también pueden golpear al conductor y provocar un accidente o incluso pegar a otro compañero.
La propia madre, advirtió de que se trata de jóvenes con discapacidad y que muchos sufren ataques epilépticos por lo que necesitan supervisión y atención profesional “porque el conductor no puede estar pendiente de ellos”.