Un exhibicionista condenado por acosar a cuatro niñas en Dos Hermanas aunque no irá a la cárcel
Le han prohibido acercarse a menos de 200 metros y comunicarse con las cuatro víctimas durante un año y nueve meses, lo inhabilitó para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con menores de edad por un plazo de cinco años y le impuso el pago de 1.200 euros a cada joven.
REDACCIÓN
Tal y como ha adelantado Diario de Sevilla, un exhibicionista que durante tres días seguidos se apostó junto a un colegio de Dos Hermanas y asaltó a tres niñas y una adolescente, con el agravante de que pesaba sobre él una orden de alejamiento de cualquier centro educativo porque ya había protagonizado actos similares, ha sido condenado a seis meses de cárcel pero no entrará en prisión. La explicación es que Rafael H.R., que así se llama este individuo, tuvo la suerte de contar con un buen abogado que le consiguió el mejor acuerdo posible con la Fiscalía. La acusación no sólo aceptó rebajar el castigo que inicialmente pedía contra el acosador, sino que también se mostró favorable a que se suspendiera la ejecución de esa pena de reclusión. A cambio, porque nada sale gratis, el encausado deberá seguir un programa de educación sexual, entre otras condiciones.
La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, encargada de juzgar el caso, empieza relatando que Rafael H.R. fue detenido a principios de 2022 porque había acosado a cinco menores en distintos lugares de Dos Hermanas. Como consecuencia de esos hechos, que aún están pendientes de ser juzgados, la Sección Primera dictó el 18 de enero de 2022 un auto en el que, como medida cautelar, le prohibió acercarse a menos de 100 metros de cualquier centro educativo o formativo de Dos Hermanas en el que estudiasen menores de edad. También le advirtió de que “en caso de incumplimiento incurriría en un delito de quebrantamiento de medida cautelar” y eso podría llevarlo a prisión provisional. “El encausado fue notificado debidamente el 26 de enero”, recuerda la Sección Cuarta en su sentencia.
La advertencia no fue tomada en serio por el investigado. “Con pleno conocimiento de la vigencia de la orden de alejamiento impuesta y sin causa que lo justificara”, como destaca la Sala, apenas tardó unas semanas en volver a hacer de las suyas. Su diana, para más inri, fue el mismo colegio: el Antonio Gala. El primer hecho ocurrió sobre las 19.10 horas del 23 de marzo. Rafael H.R. se acercó al colegio y “permaneció en sus inmediaciones, a una distancia aproximada de 50 metros”. Entonces, “con intención de provocar sexualmente a una menor de 12 años de edad que acababa de salir del centro docente, la siguió cuando esta giró una esquina”, relata el tribunal. Acto seguido se dirigió a ella. “Ven”, le dijo, “al tiempo que gestualizaba con una mano el acto de la masturbación sin llegar a mostrar sus órganos genitales en ningún momento”. Como es natural, la niña huyó.
El exhibicionista repitió al día siguiente. Sobre las cuatro de la tarde, Rafael H.R. se dirigió a la plaza Juan Antonio Pérez Muñoz, que está “a 86 metros” del mismo colegio. “Con ánimo de satisfacer su deseo sexual, a sabiendas de lo obsceno de su conducta”, se sentó en un banco cerca de donde estaban dos hermanas, la mayor de 16 años y la menor de 12, “se sacó su miembro viril y, sin apartar la mirada de las niñas, comenzó a masturbarse”. Las jóvenes “abandonaron el lugar al ver el pene del encausado”, quien por otra parte siguió a lo suyo y “mirándolas fijamente mientras se alejaban”.
El tres de tres, de nuevo “con pleno conocimiento de la vigencia de la orden de alejamiento impuesta y sin causa que lo justificara”, sucedió sobre las 14.30 horas del 25 de marzo. El procesado se quedó en esta ocasión en la puerta de Anidi (Asociación Nazarena para la Integración de las Personas con Discapacidad Intelectual), que también “dista 86 metros” del colegio. Cuando vio que una menor de 12 años salía, se fue detrás y “se dirigió a ella con ánimo libidinoso”. En concreto le dijo “que si le hacía una paja”, según recoge textualmente la sentencia, “al tiempo que gesticuló el movimiento de la masturbación, sin llegar a mostrar sus órganos genitales”. Al igual que las anteriores damnificadas, esta niña “también huyó inmediatamente del lugar”.
Detenido pocos días después, Rafael H.R. estuvo en prisión provisional desde el 29 de marzo del 2022 por mandato del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Dos Hermanas.
El día del juicio, el abogado de Rafael H.R., Diego Silva, alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para que esta rebajase su petición inicial de nueve meses de cárcel y 7.200 euros de multa. El acusado fue condenado a seis meses de prisión por un delito de exhibicionismo y provocación sexual con la atenuante de alteración psíquica (“al tiempo de los hechos sufría una leve alteración de su capacidad cognitiva, con una minusvalía declarada del 65%”, explica la sentencia) y a una multa de 2.164 euros por un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar.
La Sección Cuarta, que dictó sentencia firme en la misma sala tras la conformidad, también le prohibió acercarse a menos de 200 metros y comunicarse con las cuatro víctimas durante un año y nueve meses, lo inhabilitó para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con menores de edad por un plazo de cinco años y le impuso el pago de 1.200 euros a cada joven.