El Hospital de Valme pide al Juzgado desprecintar el ascensor en el que murió una joven nazarena
Tras este fatal accidente, se encuentran investigados el celador y el operario de la empresa de ascensores.
La Consejería de Salud de la Junta ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla, que investiga el accidente mortal registrado en el Hospital Virgen de Valme el pasado 20 de agosto de 2017 por el que falleció la joven Rocío Cortés cuando era trasladada en camilla en un ascensor tras dar a luz a su tercer hijo, desprecintar este elevador del centro hospitalario.
Esta petición la ha cursado la letrada del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en un escrito, de fecha de 27 de junio de 2018 y al que ha tenido acceso Europa Press, a la juez de Instrucción número 1 de Sevilla, María Elvira Alberola Mateos. En el mismo expone que en enero de 2018 se licitó en procedimiento abierto contrato de suministro de elevadores y mantenimiento de los mismos por el Hospital Universitario Virgen de Valme y el pasado 18 de junio resultó adjudicataria la empresa Thyssen-Krupp.
La firma y formalización de dicho contrato estaba prevista para el día 16 de julio, siendo la fecha de inicio de ejecución del contrato a las 16 semanas de la firma del mismo, requiriéndose diez semanas para su fabricación y seis para el montaje.
Por ello y dado que el ascensor montacamas número tres, donde ocurrieron la trágica muerte de la joven sevillana, se halla precintado a la espera de la finalización de la investigación abierta y de la pericial de Taxo, el SAS solicita al Juzgado que se finalicen las mismas «a la mayor brevedad posible» y se proceda al desprecintado del ascensor número tres, dado que el nuevo montaje deberá iniciarse el 24 de septiembre para quedar plenamente operativo el 5 de noviembre de 2018, siendo necesario su desmontaje con anterioridad al 24 de septiembre de 2018. Los tres ascensores deberán haber sido renovados completamente en fecha 28 de enero de 2019.
Así, el SAS suplica al Juzgado que acuerde ordenar la finalización de la investigación y peritación del ascensor número tres del Hospital Universitario Virgen de Valme, así como su desprecintado, a fin de poder proceder a su desmontado y sustitución en los plazos referidos, de conformidad con el contrato de suministro y mantenimiento de dichos ascensores licitado.
Ante esta petición, la juez instructora solicitó a las empresas de valoraciones y peritación Taxo y Atisae y a la Unidad Central de Criminalística de la Policía Nacional si requerían el examen exterior o interior de cualquier parte del ascensor señalado en el presente o en el futuro para la emisión de informes, a los que han contestado, en diferentes escritos, a los que ha tenido acceso Europa Press, que no prevén o consideran necesaria otra inspección o la preservación de dicho elemento para futuros análisis. Ahora la magistrada tendrá que dictar resolución sobre la citada petición del Gobierno andaluz.
Cabe recordar la juez María Elvira Alberola Mateos ha señalado para el 20 de septiembre la declaración en calidad de investigado a A.J.F.G., el celador que transportaba a la víctima en el momento de los hechos, solicitada tanto por la acusación particular, que ejerce la familia de Rocío Cortés, como por la defensa del ascensorista, que ejerce el letrado Juan Carlos Alférez.
Además del celador, en esta causa ya se encuentra como investigado F.C.D., el operario de la empresa de ascensores Orona encargada del mantenimiento de los ascensores del Hospital, quien declaró ante la juez el 18 de enero de este año, tras recibir la instructora el oficio del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, y negó «intervención o manipulación» alguna por su parte que provocara el movimiento del elevador.
Aquel día, los técnicos de Atisae ratificaron ante la juez el informe pericial elaborado por esta empresa, que descarta que «un fallo técnico, mecánico o electrónico» motivara el movimiento vertical del elevador. En este sentido, el letrado de la familia, José María Núñez, indicó a los medios que los peritos «no le dan una explicación técnica al movimiento del ascensor y que éste se moviera con la puerta abierta», apuntando a «una intervención humana».
En el atestado policial, fechado el 11 octubre de 2017, y al que ha tenido acceso Europa Press, los agentes concluyen que, «tras haberse descartado los fallos mecánicos, eléctricos y electrónicos del ascensor (…), la única hipótesis factible de la causa del fatal accidente es un fallo humano producido por una manipulación incorrecta del ascensorista».
Las partes están a la espera de otro informe pericial de Taxo que «ratifique» el elaborado por Atisae y de un informe de la Policía Científica sobre la pérdida de datos de la CPU del ascensor y que los agentes intentan recuperar.